¿POR QUÉ ESTE BLOG?

          He perdido la cuenta de cuantos pequeños y largos cuentos he escrito a lo largo de mi vida, pero sin ánimo de pedantería podría calcular que cerca de la centena y posiblemente muchos más. De ellos solo conservo algunos pocos y todos ellos escritos recientemente, quizá mi falta de aprecio hacia mi propia obra o quizá porque esos pequeños ensayos solo tenían como publico objeto mi propia persona se fueron perdiendo barajados entre miles de cajas o directamente en la papelera sin el menor remordimiento.

         Pero ahora ya traspasada la treintena, echo de menos la compañía de esos viejos relatos a los que tanto tiempo dediqué y de los que solo guardo pequeños recuerdos como si de películas vistas en la infancia se tratase, momentos de mi vida en los que tuve la necesidad de contarme algo a mi mismo o a otras personas aunque ellas no los leyesen.

        Y puesto que más vale tarde que nunca me he decidido a colgar lo poco que conservo y lo futuro que haré en este espacio, con la esperanza de poder recuperarlo más adelante, pues no sé si lo haré bien, si mi esfuerzo será el suficiente... pero de lo que estoy seguro es que escribir es una de las pocas cosas que hago en esta vida con continua y anhelada dedicación.

         Y ya puestos a guardar, me gustaría también compartir, pues reconozco que dentro de cada historia está incluido un mensaje velado, cuyo destinatario suele ser alguien al que conozco, mensaje que hasta el momento quedaba mudo en una carpeta de mi escritorio, sin poder ser escuchado por su legitimo destinatario.

 Señoras, señores, espero que os guste.